28 octubre 2020

Compartir en:

Con las elecciones estadounidenses en puerta, el uso de la Inteligencia Artificial forma parte de la conversación de la contienda electoral, y temas como el manejo de la información, el intercambio de datos y la manipulación de videos han tomado gran relevancia en los pronósticos para determinar quién será el ganador de la elección 2020.

El que la tecnología avanzada esté involucrada en el proceso electoral no es algo nuevo, pues el equipo de campaña del expresidente Barack Obama implementó análisis de Big Data para identificar a los votantes demócratas, optimizar el envío de correos electrónico y lograr así recaudar la enorme cantidad de mil millones de dólares en donaciones de campaña.

De acuerdo con el MIT, el que Hillary Clinton haya concedido la derrota en 2017 en parte tuvo que ver con que el Comité Nacional Demócrata (DNC por sus siglas en inglés) le proporcionó datos desactualizados a su equipo, mientras que los republicanos contaron con un impresionante procesamiento de información; sin embargo, el organismo respondió diciendo que no eran los datos, sino el cómo se utilizaron lo que había originado el fracaso.

Por otro lado, las encuestas tradicionales ya no son tan confiables como solían serlo, durante las elecciones del 2016 surgió un “sesgo de no respuesta”, que en otras palabras es que los usuarios no responden las llamadas de los encuestadores porque no conocen el número. Por esta razón, ahora las campañas electorales están recurriendo a modelos predictivos impulsados por la inteligencia artificial que utilizan conjuntos de datos actualizados continuamente.

Uso e intercambio de datos

La información de los ciudadanos es oro para los partidos políticos. En otro artículo del MIT Review se menciona al archivo de votantes, una base de datos integral que consolida el registro de electores a nivel estatal, es decir, cuenta con nombres, direcciones y afiliación política; además, los partidos recurren a proveedores de datos que complementan estos bancos de información con otras fuentes, por ejemplo: demográficos, estados financieros y de estilo de vida.

Todos estos informes sirven para bombardear a los ciudadanos con marketing para obtener su voto o donaciones hacia las campañas políticas. Aunque a los funcionarios de campaña no les gusta decir exactamente cuánta información guardan, de acuerdo con el MIT la mayoría de los archivos de votantes probablemente tengan entre 500 y 2,500 puntos de datos por persona.

Por otro lado, el intercambio de datos dentro de cada partido les ha ahorrado grandes cantidades de dinero a uno y otro bando:

  • El partido republicano ha utilizado Data Trust desde 2013, y a través de esta plataforma pueden intercambiar información de sus votantes en distintos estados del país. Durante las elecciones de mitad de período del 2018 recopiló la información de los ciudadanos que votaron con anticipación, para que así estas personas dejaran de recibir publicidad incentivándolos a votar, con ello el partido ahorró 100 millones de dólares.
  • Recientemente el partido demócrata hizo una demostración ante el New York Times sobre su plataforma de intercambio de datos, el Democratic Data Exchange (DDx). El sistema hizo un tablero que mostraba qué tan cómodo se sentía cada ciudadano con la votación por correo, y los insights podían compartirse entre todos los grupos liberales. Obtener esta información de cada estado sin esta tecnología habría implicado una gran cantidad de tiempo y un fuerte costo.

Videos manipulados: las nuevas fake news

Si durante las elecciones de Hillary Clinton contra Donald Trump el controvertido tema de las fake news fue sumamente mencionado, en esta ocasión la tergiversación de la información se ha dado de manera más visual, a través de la manipulación de videos con inteligencia artificial.

Se les conoce como deepfakes: imágenes reales modificadas artificialmente mediante algoritmos y técnicas de machine learning para alterar el discurso de los políticos. Casi cualquiera puede hacer uno de estos videos (en YouTube abundan) y, aunque a veces se trata de bromas o memes, en las campañas políticas estadounidenses se han utilizado para influir en la decisión del electorado.

Identificar este tipo de videos es sumamente difícil para el ojo humano: incluso Donald Trump ha llegado a compartir en sus redes sociales un deepfake de Joe Biden; sin embargo, la herramienta Microsoft Video Authenticator trata de combatir este tipo de contenido utilizando IA para analizar la veracidad de un video.

Por otro lado, las empresas de tecnología también han tratado de contribuir a detener este tipo videos falsos: el año pasado Google hizo pública una base de datos con 3,000 deepfakes para contribuir a la investigación en este campo y Facebook lanzó un concurso para detectar videos manipulados.

Sin duda, la inteligencia artificial ha tenido un papel importante dentro de estas elecciones, incluso se han empleado robots para predecir el próximo resultado. En un futuro veremos cómo esta tecnología se utiliza con mayor frecuencia, tanto en nuevas formas de manipulación de la información como alternativas de análisis dentro de los partidos políticos.

Si quieres saber más sobre la inteligencia artificial para empresas y su aplicación en distintos rubros, suscríbete a mi blog y mantente informado.

Compartir en:

Si quieres saber más sobre la aplicación de IBM Watson y el cómputo cognitivo en empresas, suscríbete a mi blog y mantente informado.

Comentarios