El metaverso es una realidad tan virtual como actual, por lo que ya contiene y genera mucha información, y necesitará aún más para crear mejores escenarios. Por ende, es importante que las compañías cuya estrategia digital contemple esta nueva manera de interactuar con las personas y la tecnología, conozcan qué es el metaverse data, así como sus usos, impacto, retos y futuro ligado a la Big Data y la inteligencia artificial para empresas.
El metaverso es la virtualidad compuesta por distintos entornos tridimensionales en los que las personas tenemos la posibilidad de existir de maneras alternas, basadas o no en las características que nos distinguen en la realidad tangible.
Entre las características del metaverso destacan las siguientes:
Actualmente se puede acceder al metaverso mediante dispositivos convencionales como teléfonos celulares y computadoras, además de otros como los lentes de realidad aumentada.
La metaverse data está integrada por dos tipos de información: las bases de datos que sirven de arquitectura virtual y la data que resulta de las interacciones entre usuarios y las distintas plataformas y softwares de esta realidad aumentada.
Para que el metaverso funcione cada vez mejor necesita ser alimentado por Big Data. Esto con el fin de transformar datos específicos en experiencias para cada usuario dentro de esta realidad alterna.
De hecho, la mayoría de los datos de esta ficción virtual seguirán una lógica descentralizada similar al blockchain. No obstante, habrá datos centralizados que estarán almacenados en la nube, como los del metaverso de Meta (antes Facebook).
Más allá de la tecnología utilizada para compilar, ordenar y procesar grandes bases de datos que alimenten el metaverso, los equipos de datos y desarrollo tienen la tarea de traducir dicha información en entornos con las siguientes características:
Por lo tanto, a las empresas que quieran integrarse al metaverso no les conviene tener sus datos en arquitecturas locales, dado que no pueden escalarse para aprovechar todo el potencial en términos de monetización digital.
Cabe mencionar que los resultados de las simulaciones creadas para esta realidad virtual, incluso los fallidos, son útiles para ahorrar tiempo y dinero en procesos de mejora de la realidad tangible. Es decir, los datos puestos a prueba en el metaverso tienen el potencial para mejorar ambas realidades.
Ahora bien, para procesar la metaverse data se requiere una gran inversión en analítica avanzada para empresas y algoritmos de machine learning. El objetivo es que estas herramientas desarrollen la capacidad de imitar la realidad física.
A propósito, hay que considerar que aunque algunas secciones del metaverso o su acceso sean gratuitos, para disfrutarlo tendremos que ceder muchos datos personales e incluso cierto control de nuestro entorno inmediato mientras estemos inmersos en la realidad aumentada.
En la actualidad las empresas ya cuentan con una gran cantidad de información que requiere ser procesada y analizada, y el metaverso aumentará esta necesidad. Por ende, los científicos de datos deben prepararse para adquirir mayor responsabilidad en la toma de decisiones que impulsen un negocio.
Las compañías que tengan el propósito de mantenerse a la vanguardia e innovar en las realidades tangible y virtual tienen que contar con una plataforma de negocios cuyos datos se almacenen en la nube, y a los cuales se acceda desde distintos dispositivos de manera ágil y sencilla.
Asimismo, dicha plataforma tiene que ser capaz de procesar los siguientes tipos de datos:
En tanto el desarrollo del metaverso continúa su curso ascendente, los departamentos de ciencia de datos están frente a la oportunidad de reflexionar y actuar sobre las áreas de oportunidad del momento, tales como la prevalencia de bases con datos no estructurados.
Para ello es importante que las compañías trabajen con volúmenes cada vez más grandes de información, hasta llegar a la Big Data, base para aprovechar cualquier desarrollo a gran escala como el metaverso.
Hasta ahora nadie sabe exactamente cómo se desenvolverá el metaverso y cómo las personas y empresas interactuaremos en sus distintos entornos. No obstante, es importante contar con una plataforma versátil, flexible y escalable que permita crear mejores experiencias para los usuarios y adaptarse a los cambios que surjan.
Otros avances en la ciencia de datos que empujará el metaverso serán reducir el tiempo de búsqueda de información, vincular información de distintos contextos y evaluar escenarios probables (como ya comienza a realizarlo cliodynamics).
Si bien Facebook es el promotor más conocido de este tipo de virtualidad, no es una creación de su autoría. Otras compañías como Apple y Microsoft llevan varios años invirtiendo en esta tecnología.
Dado que la compañía de Mark Zuckerberg tiene la idea de volver a dominar el aspecto social en el mundo virtual, y de ahí incidir en el mundo físico, su inversión de 10 mil millones de dólares de 2022 es sólo el comienzo de lo que requiere para liderar la próxima evolución del internet.
En octubre de 2021 el metaverso tenía una capitalización total de 14.8 mil millones de dólares, de los cuales únicamente 1.98 mil millones correspondían a Facebook y 900 millones a empresas de videojuegos interactivos y en línea.
Asimismo, de acuerdo con una previsión de EarthWeb, en 2024 el metaverso alcanzará un valor de 800 mil millones de dólares. Es decir, más de 750 mil millones más que en 2020, cuando alcanzó los 46 mil millones de dólares.
En este momento aún es posible que las empresas en crecimiento inicien su camino para integrarse al metaverso. De ese modo pueden recaudar fondos y así consolidar un negocio más amplio que sirva a distintos mercados.
Entre mayor sea la inversión de tiempo y recursos humanos y financieros que la ciencia de datos haga en el metaverso, mayor será su oportunidad para propiciar mejores relaciones personales y de negocios en dos realidades distintas pero conectadas.
Y para ello, científicos y tecnólogos tendrán que ser creativos para cuidar la integridad de las personas. A la par, deberán crear entornos virtuales que respeten la normatividad que, sin duda, impondrán los gobiernos con el objetivo de controlar la realidad aumentada.
El surgimiento del metaverso brinda la posibilidad de vivir experiencias, tanto cotidianas como irrealizables en el mundo físico, en una virtualidad inmersiva.
De la infinidad de interacciones en ese plano de la realidad surgirán distintos problemas de privacidad. En especial, por la cantidad de datos personales que los usuarios compartirán, casi sin darse cuenta, al entretenerse en su segunda vida.
Gracias a los algoritmos de machine learning, las plataformas del metaverso adquirirán la capacidad de monitorear en tiempo real a las personas de una manera mucho más íntima que las redes sociales actuales:
Con esta información las empresas pueden conocer a profundidad el comportamiento de sus prospectos y clientes. Así, las estrategias publicitarias y de marketing digital serán cada vez más específicas.
Aunado a lo anterior, el uso malintencionado de la tecnología es un riesgo latente para la seguridad de personas y empresas en el metaverso. De hecho, los usuarios podrían sufrir hackeos y robos de identidad, dinero y activos virtuales.
Es clave que la sociedad discuta e impulse nuevos acuerdos y normas sobre el consentimiento, la recolección y el uso de datos personales en este espacio digital que está en ciernes.
Por su parte, los gobiernos tienen que crear una normatividad flexible que permita seguirle el paso a los cambios que sucedan en la virtualidad. Y el objetivo principal de estas normas tendrá que ser el bienestar de los usuarios.
Además de tener el potencial para convertirse en la mayor fuente de datos de valor sobre los usuarios, el metaverso es un terreno fértil para tecnologías de inteligencia artificial como:
La metaverse data se recopila a partir de la interacción del usuario con la tridimensionalidad. Por lo tanto, la ciencia de datos tiene la oportunidad de actuar sobre dicha información para crear bucles de retroalimentación.
De esa manera, pese a sólo ser un grupo de softwares ejecutados en dispositivos digitales, el metaverso tiene acceso a las reacciones más espontáneas de las personas.
En consecuencia, de esta realidad surgirá una Big Data que servirá para que la IA aprenda acerca del comportamiento humano, y después incluso lo oriente para los fines de sus creadores (¿y acaso los propios?).
¿El metaverso puede acelerar la singularidad tecnológica?
Asimismo, hay una característica del metaverso que ayuda a entrenar a la IA en el procesamiento de Big Data de este entorno: los usuarios no pueden ser multitask.
Esto se debe a que están envueltos por la virtualidad, de modo que realizan cada tarea en un menor tiempo porque no se distraen en algo más.
Así, la inteligencia artificial tendrá cada vez más capacidad para procesar e interpretar información útil para mejorar tareas y procesos de servicio como la atención al cliente y el soporte. No obstante, hoy en día la información del metaverso, tanto con la que está construido como la que genera, no es suficiente para que la IA lo mejore a través del análisis de datos. Para ello falta que más compañías experimenten con la realidad aumentada.
Para potenciar el valor de tu empresa en la realidad tangible y en la realidad aumentada es necesario limpiar, enriquecer y actualizar las bases de datos en tiempo real y bajo una perspectiva ética, como en BDS lo hacemos para ti.
Al respecto del metaverso, ¿consideras que tu empresa puede aprovechar ese entorno para consolidarse a través del metaverso y la economía digital? ¿Cuáles de tus productos y servicios podrían adaptarse más fácilmente a esta realidad virtual?
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