El concepto de industria 4.0 surgió en Alemania para hacer referencia a la cuarta revolución industrial, la cual consiste en digitalizar los procesos de producción al combinarlos con los avances tecnológicos existentes.
En pocas palabras, se trata de crear fábricas más inteligentes para tener un mayor aprovechamiento de los medios de producción y los recursos, integrando el mundo físico con el virtual, es decir, los fabricantes y máquinas compartirán información con la cadena de suministro para que los procesos puedan ser optimizados con ayuda de la tecnología avanzada (IA, big data, cómputo cognitivo, etc.)
Para lograr lo anterior, el flujo de información entre el mundo real y digital se realiza a través de una serie de pasos denominados PDP (physical-to-digital-to-physical), los cuales proceden del siguiente modo:
Ejemplo: se realiza un conteo de los productos en stock para ingresarlo en una base de datos.
Ejemplo: el sistema de análisis detecta cuáles son los productos más y menos vendidos.
Ejemplo: la empresa puede optimizar su abastecimiento y ahorrar costos en el uso de almacenes.
<< Pasos para integrar el cómputo cognitivo dentro de tu empresa >>
Aunque estos pasos pueden sonar muy sencillos y lógicos para el progreso de cualquier empresa, muchos CEO’s y directores de operación están acostumbrados a datos y comunicaciones lineales.
Por ello, si las compañías quieren formar parte de esta ola de industrias 4.0, es vital que no sólo comprendan las oportunidades que conlleva, sino que identifiquen el tipo de tecnología que mejor satisface sus necesidades, o corren el riesgo de tener pérdidas económicas en lugar de ahorros significativos.
Por otro lado, todos los agentes del ecosistema empresarial, tanto los internos como los externos (proveedores, inversores, clientes, etc.), se verán impactados por la implementación de las nuevas tecnologías, así que deben estar preparados para recibirlas y que la interacción entre cada punto no se vea obstaculizada.
La industria 4.0 es una realidad que estamos presenciando actualmente, y poco a poco aumenta el número de compañías que combinan la analítica avanzada para empresas con sus grandes cantidades de información para tomar mejores decisiones de negocio, anticiparse a errores y automatizar sus procesos.
En conclusión, aquellas empresas que no estén preparadas para formar parte de esta nueva revolución industrial perderán valor competitivo y poco a poco quedarán obsoletas.
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